25 DE ABRIL, VUELTA AL CAMPO BASE, ROCK AND ROLL

Una vez oí, a Samuel Eto´o, el jugador de fútbol, decir que “tenía que correr como un negro para vivir como un blanco”, pues bien, nosotros “tenemos que sufrir como un blanco para subir como un Tibetano”; y es que estos hombres oscuros y risueños te pasan silbando o fumando, cuando no silbando y fumando, para arrancarse una carrerita burlona en la siguiente cuesta, nosotros sin embargo…..

Despierto con un coscorrón en el techo del todo terreno, zigzagueamos bruscamente por un inmenso campo de cantos rodados intentando evitar la piedra grande y tropezando con la más grande, esto tiene que ser parecido al Dragón Khan; otro coscorrón, descubro que delante nuestra otro jeep salpica piedras a nuestro parabrisas , brincamos, volamos, parece que lo vamos a hacer, el chofer toca el claxon y adelanta por la derecha, yo voy agarrado donde puedo sin comprender tanta prisa, cuando ya parece que el otro conductor se ha rendido, veo la sonrisa maliciosa del conductor por el retrovisor, pero dos minutos más adelante perdemos velocidad, debemos de haber pinchado pienso, te jodes por gilipollas, pero no, el conductor se baja, se esconde detrás de una piedras y se agacha, a cagar!, no me jodas!, un piii-piiii con sorna nos adelanta.

Ya estamos cerca de Tingri, hemos descendido 1.430 mts. y me encuentro mejor. Solo muy cansado, dos noches sin dormir nada y dos días sin comer nada… lo mejor era bajar.
He negociado 200 euros por el Dragón Khan, bajada y subida (cuando me recupere) más tres noches de pensión completa en un hotel de 0,25 estrellas. Llamo a casa para sentirme reconfortado, pues no me encuentro bien, le cuento a Bea lo que pasa; “tranquilo cariño, ahora trata de recuperarte, ya cuando vuelvas decides si vas a más ochomiles o no”, “no,no,no,no, si ya lo he decidido, no vuelvo, no vuelvo nunca más”.

Paso dos días durmiendo y comiendo y no hago nada más; me curo, que no es poco, el tercer día incluso leo. La última noche en Tingri se me acerca otro conductor y me dice:
- mañana a las doce-
- imposible, tengo que ir hasta el campo case y eso son 8 horas andando-, le digo
- tenemos que hacer unas compras para el campo base chino y no podemos salir antes- me contesta
- he pagado mucho por el dragón khan, necesito salir antes, a las 8,
- a las 11,
- a las 9,
- a las 10,
Salimos a las 9:30 horas. Me despido de la gente del hotel, que ya me permiten elegir la comida y comer con ellos en la cocina y partimos. El viaje gracias a dios, es mucho más tranquilo, viajamos cuatro. El copiloto recibe una llamada, treinta segundos más tarde se gira, y me dice:
- por 30 dólares te llevamos al campo base intermedio,
- joder le digo 30 dólares es mucho, 5 euros ,
- 25 dólares,
- 100 yuanes,
- OK-, pago.
Paramos en el campo base chino a 5.000 mts; espero en el coche a que se tomen sus tés, y pasa media hora, yo estoy preocupado por el tiempo, viene el más güay y me ofrece té, hablamos de dinero.
Le explico que bajando, antes de llegar al campo base chino, un motorista me cobro 100€ por ayudarme a bajar, que nos habían timado otros 100€ por un yak extra, teníamos pagados 21 yaks y nos dijeron que habíamos utilizado uno más, nos lo cobraron y después solo pusieron 21; que los jeep que habíamos pagado, los utilizaron en la baja y en la subida para sus necesidades cargándolos con cosas de ellos, y que encima los precios eran abusivos; me comprende y medimos nuestros corazones asiáticos-europeos.
Me tomo el té mientras espero otros tres cuartos de hora, me bajo –vamos o que?!-, me enseña mis 100 yuanes y me dice:
- la llamada de antes era de un americano que baja muy enfermo y hay que subir a buscarlo a las dos y media, si quieres toma tus 100 yuanes y camina.
- Será hijo de …- me subo en el jeep y cierro un portazo.

Ya por el camino de subida me junto con Iñaki que baja Tingri tres días de veraneo. Tiene los ojos rojos pero se encuentra bien, le veo bien, le cuento que es un buen remedio para subir con fuerzas renovadas. Le resumo el asunto y le doy todos los dólares que tengo. Él me dice que los demás duermen hoy en el campo I, y que todos están bien.

Al llegar al base hace mucho frío, mucho viento, esta nevando. Tengo las manos heladas, lo he pasado muy mal con los guantes finos. El cocinero me dice que unos japos han intentado hacer cima hoy, pero hacía mucho viento y no lo han conseguido. A uno le tendrán que cortar los dedos; a nosotros no nos pasará, vamos a tener mucho cuidado y no vamos a arriesgar, el otro día prometimos hacer un grupo de Rock and roll.