Nos levantamos a las nueve, casi con los primeros rayos que asoman por la tienda del murciano, hemos pasado nuestra primera noche en el Campo I, salimos de la tienda, nos vestimos, desayunamos, recogemos todo lo de la tienda y empezamos a bajar. En nuestro descenso nos vamos encontrando con otras expediciones que también se dedican a la tarea de montar los campos de altura y sobre todo a ir ganando poco a poco algunos metros para poder aclimatarse. Nos paramos en el cruce del glacial para beber y descansar un rato. Entre paradica y paradica, para sorpresa nuestra aparece Rubén con dirección hasta el campo I.
A las dos estamos en el campo base tomando cola-cao como aperitivo, para luego seguir con patatas con zanahorias, algo de carne y de postre tuti-fruti. Tras la comida una siesta, ahora a las siete, un poco de charla con el malagueño y bien de líquidos para hidratar y con el polémicas del Rubén, que ya ha llegado del campo I, nos echamos unas risas.
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