Ya sé que no os lo vais a creer, pero esta mañana ha amanecido tres horas más tarde que ayer. Aquí estamos una hora y media más adelantados que en Nepal, pero la otra hora y media no se de donde ha salido. Ayer a las 4.30 clareaba y hoy hasta las 7.30 no alumbraban los primeros rayos. Raro no?
Como era tan temprano, hemos hecho los 10 km que separan Zangbu de Nyalam sin desayunar. No nos ha importado nada dejar atrás la inmunda cloaca y la habitación de los bichos, aunque sea con el estómago vacío.
Martes y 13, a ver qué es, lo que nos depara el destino ... nada más salir del pueblo, la carretera se borra y un camino de piedras y baches no presagia nada bueno. La pista se ha caído en varios sitios y unos haraposos operarios, que duermen al pie del camino se desperezan para coger sus palas o martillos y volver al tajo.
Pero... sorpresa! después de la siguiente curva, lo que habían sido criticas, se convierten en halagos. La carretea es firme y de asfalto; es ancha y esta acotada por unos altos guardarrailes de color verde, esto parece Suiza.
Desde los 2300 mts. del basurero hasta estos 3750 mts., ascendemos lentamente por el kilómetro cercano al número 5537 en un viejo toyota. Los bultos vienen detrás en un camión pequeño. Los montes nevados, por la tormenta de la noche anterior, aparecen ante nosotros y la alegría brilla en nuestros ojos. Que facilidad tiene la naturaleza con su magestuosidad para hacernos felices. Las dimensiones impresionan y hacemos cálculos tratando de adivinar la altura de estos colosos. Cinco miles quizá. Ya volvemos a sonreír.
Nos bajamos en el tibetano pueblo de Nyalam, sin muchas esperanzas de comodidades. Es un pueblo de una sola calle con edificios a los dos lados de la misma. En un garito nos dan de desayunar. Nos resulta agradable entrar en un sitio caliente, pues la temperatura ha bajado drásticamente en la última hora de camino. Tortilla, café, galletas…. Nada es como en nuestra casa, pero aquí todo un lujo. Luego nos llevan al hotel y, oh sorpresa!, ante nosotros tenemos camas con sábanas nuevas y doble edredón de plumas, ducha, tele de plasma, cepillos de dientes para todos como cortesía de la casa, chanclas y hasta un pijama tipo Kimono. Nos echamos a reír. Estamos en un super hotel rodeado de montes. Esto es el paraíso!!! Pasaremos 2 noches aquí aclimantando y quizá subiendo algún monte. Ya veremos.
Martes y 13, nuestro día de suerte.
PD: Perdón por el despiste horario, aquí son 3,30 horas más que en Nepal, creo. Ahora me sobra 1h. Aquí como en casa, yo no me entero.
Txispiinakimikelgorkaruben
Como era tan temprano, hemos hecho los 10 km que separan Zangbu de Nyalam sin desayunar. No nos ha importado nada dejar atrás la inmunda cloaca y la habitación de los bichos, aunque sea con el estómago vacío.
Martes y 13, a ver qué es, lo que nos depara el destino ... nada más salir del pueblo, la carretera se borra y un camino de piedras y baches no presagia nada bueno. La pista se ha caído en varios sitios y unos haraposos operarios, que duermen al pie del camino se desperezan para coger sus palas o martillos y volver al tajo.
Pero... sorpresa! después de la siguiente curva, lo que habían sido criticas, se convierten en halagos. La carretea es firme y de asfalto; es ancha y esta acotada por unos altos guardarrailes de color verde, esto parece Suiza.
Desde los 2300 mts. del basurero hasta estos 3750 mts., ascendemos lentamente por el kilómetro cercano al número 5537 en un viejo toyota. Los bultos vienen detrás en un camión pequeño. Los montes nevados, por la tormenta de la noche anterior, aparecen ante nosotros y la alegría brilla en nuestros ojos. Que facilidad tiene la naturaleza con su magestuosidad para hacernos felices. Las dimensiones impresionan y hacemos cálculos tratando de adivinar la altura de estos colosos. Cinco miles quizá. Ya volvemos a sonreír.
Nos bajamos en el tibetano pueblo de Nyalam, sin muchas esperanzas de comodidades. Es un pueblo de una sola calle con edificios a los dos lados de la misma. En un garito nos dan de desayunar. Nos resulta agradable entrar en un sitio caliente, pues la temperatura ha bajado drásticamente en la última hora de camino. Tortilla, café, galletas…. Nada es como en nuestra casa, pero aquí todo un lujo. Luego nos llevan al hotel y, oh sorpresa!, ante nosotros tenemos camas con sábanas nuevas y doble edredón de plumas, ducha, tele de plasma, cepillos de dientes para todos como cortesía de la casa, chanclas y hasta un pijama tipo Kimono. Nos echamos a reír. Estamos en un super hotel rodeado de montes. Esto es el paraíso!!! Pasaremos 2 noches aquí aclimantando y quizá subiendo algún monte. Ya veremos.
Martes y 13, nuestro día de suerte.
PD: Perdón por el despiste horario, aquí son 3,30 horas más que en Nepal, creo. Ahora me sobra 1h. Aquí como en casa, yo no me entero.
Txispiinakimikelgorkaruben
Animo chavales
ResponderEliminarAnimo a todos, en especial a Iñaki y Rubén.
ResponderEliminarSaludos desde Aoiz.
Sólo con estar ahí ya habéis cumplido el sueño de muchos montañeros, que debido a diferentes motivos, no pueden ir.
Cuidaros y que os vaya bien todo.
Que cumpláis vuestro sueño, sea cual sea...
La cima no es lo más importante, suena a tópico, pero es muy cierto.
AUPA!!!
Me imagino vuestras caras al ver esas primeras nieves,je,je, disfrutar de esos lugares, desde berriozar muchos abrazos....
ResponderEliminargorka , somos mikel y mama, que os vaya bien a ti y tus compañeros, que el cho oyu es un "chollo" jaja,
ResponderEliminarsaludos de todos
PD: lue es el nick de loli
Aupa txavales !, aprovechar bien ese pedazo de hotel pa comer, descansar y como no, hecharos vuestras buenas cervezas. Ya dirás Iñaki si son mejor que las de Koldo. Salu2 a todos. Rubén, el gimnasio está muy triste sin tí...
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